Los tatuajes, las perforaciones y las marcas en el cuerpo han
desempeñado un papel en muchas culturas durante miles de años, que sirve
como identificación, protección y decoración.
Los jovenes monjes se tatuan con
varilla afilada cerca de un templo budista en Tailandia. Se cree que los
tatuajes otorgan a los monjes el poder y la protección espiritual de
los animales.
En Japón los tatuajes están asociados a las mafias y se reservan para la
intimidad mientras que en todo el mundo están de moda y lo esencial es
mostrarlo. La mayoria de mis tatuajes estan escondidos en mi cuerpo, pero siempre los puedo mostrar , eso si! cuando yo quiero y como quiera. A cada persona (ya no la cultura) le aporta algo la tinta en su piel, cada marca tiene un significado.
Aproximadamente en el siglo X a.C., el tatuaje llegó al Japón. A
partir de su inserción en la cultura nipona, el tatuaje se popularizó en
sectores cada vez más poderosos, hasta llegar a ser utilizado por un
Emperador en el siglo V como ornamento corporal.
Se señala aquí su utilización estética porque en Japón existía la
costumbre de destinar el tatuaje para marcar a los delincuentes.
Esta marca tenía el objetivo de hacer de las personas que desobedecían
la ley individuos repudiables para toda su vida y en todos lados, a raíz
de llevar la marca de la vergüenza consigo. Suikoden es una novela china que se tradujo
al japonés en el siglo XVII. Este libro renovó el interés en el
tatuaje, e hizo de él una forma popular de decoración y de
coleccionismo.
En Japón se ha conformado una de las tradiciones tatuadoras más importantes del mundo. No obstante, en el año 1842 el emperador Matsuhito
decidió prohibir la práctica del tatuaje. Esto sucedió porque el país
estaba interesado en abrirse al mercado mundial y no quería dar al mundo
exterior una imagen que podría considerarse de barbarie.
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